Los hoteleros de Barcelona acusan a Colau de privarles de libertad para dinamizar su negocio

Solamente un fin de semana ha separado la aprobación del Plan Especial de Urbanismo de Alojamientos Turísticos (PEUAT) con la presentación de las nuevas ideas de Ada Colau con respecto al turismo. El concejal de Empresa y Turismo, Agustí Colom, ha presentado el Plan Estratégico de Turismo de Barcelona 2020, un documento en el que defienden nuevas medidas fiscales para las viviendas, autobuses, cruceros o habitaciones dedicadas al sector. Desde el Gremio de Hoteles de Barcelona manifiestan su total rechazo porque creen «priva de libertad al empresario para dinamizar su negocio». 

Colom ha explicado que este Plan plantea un mayor retorno a la ciudad de la tasa turística, mayor capacidad del gobierno municipal de decidir su uso y la posibilidad de discutir nuevas fórmulas fiscales que graven la movilidad o el cambio de usos». Domenec Biosca, presidente en Asociación de Directivos y Expertos en Empresas Turísticas, explica a OKDIARIO que no es partidario de subir los impuestos, sino de ir a la cuenta de resultados de las empresas. El consultor turístico asegura que una de las cosas que necesita Barcelona es aplicar la “nuevas tecnologías para ordenar las colas y reservas de los iconos de Barcelona, de esta manera se pueden ordenar las aglomeraciones y prever el aparcamiento”.

El consistorio de la ciudad condal defiende, entre otras medidas, que los pisos turísticos paguen un IBI más elevado, “dejen de pagar el impuesto como residencias y que pasen a hacerlo como usos empresariales”, ha explicado Colom. Para ello, ha explicado, se debe llevar a cabo “una modificación de Ley de Haciendas Locales” del Gobierno central y advierte que hay más ciudades, además de Barcelona, que secundan las ideas de En Comú Podem como Madrid, Bilbao, Palma de Mallorca, San Sebastián, Valencia o Sevilla.

Ada Colau, dentro de este nuevo plan dedicado a la reforma del turismo, explora cómo gravar las conocidas habitaciones para turistas
Bed & Breakfast. Sin embargo, esto no depende del ayuntamiento sino de la Ley de Turismo de la Generalitat.   Además, según el edil, otra de las posibilidades que se barajan para 2017 es aumentar de 4,5 euros a 45 euros lo que pagan los autocares turísticos por aparcar en Montjuïc. Una medida que serviría de prueba piloto para aplicarla al resto de aparcamientos de buses turísticos de la ciudad.

Críticas a la prohibición de abrir hoteles en el centro

Bajo el Plan Especial de Urbanismo de Alojamientos Turísticos (PEUAT) hay una norma en la que se prohíbe abrir hoteles en el centro de la ciudad catalana. El consistorio pone coto a los hoteles dentro de la almendra y concentra las nuevas empresas de alojamiento en la periferia. Janet Sanz, teniente alcalde de Ecología, ha calificado este nuevo proyecto como un “instrumento imprescindible para una ciudad para vivir”.

Desde el Gremio de Hoteles de Barcelona (GHB) ha manifestado su total rechazo por el nuevo plan de Colau porque «priva de libertad al empresario para dinamizar su negocio». Además, explican que «no afronta la gestión real de la actividad» en la ciudad. «No compartimos el concepto de decrecimiento en el ámbito de una actividad clave para la ciudad, se debe propiciar el crecimiento», comentan desde la patronal.

Biosca defiende que toda saturación se resuelve ofertando lujo accesible. Explica a OKDIARIO que se debe ofertar “la calidad accesible con precios superiores en temporada alta para que las personas que pueden pagar más, dejen más recursos. Y los que pueden pagar menos, puedan venir en las puntas de la temporada”.  El experto en el sector turístico explica que en el centro “tienen que estar los hoteles de precios más altos para no saturar. Y hacia los barrios poner hoteles maravillosos de precios más competitivos. Así daríamos vida a los barrios”.

No se podrán abrir nuevos hoteles en el centro aunque los existentes cierren sus puertas, tal como se contempla en esta nueva normativa. Biosca asegura que con esta medida lo que se está haciendo es “crear una burbuja inmobiliaria hotelera”. Explica a este periódico que los que se frotan las manos “son los que sí que tienen hoteles y los fondos de inversión que van como locos a precios desorbitados a comprar hoteles”. Además, advierte que existe otro riesgo de poner punto y final a la creación de hoteles en el centro.

“No se pondrán hoteles de alto nivel de marcas internacionales que abren destinos de tránsito de aviones de gran nivel, que atraen a público de alto nivel adquisitivo y nos hacen marca global”, apunta Biosca.